Durante la última cena del 2000 fuimos agraciados con la magistral interpretacion (en vivo) del mítico "Rosor" (a cargo de un solista de la coral del Liceo). Despues de aquel espeluznante evento (y cuatro copas de más) decidimos montar un restaurante en Lisboa. Como no teniamos mucho exito, se nos ocurrio que para llamar la atencion de los posibles clientes podiamos salir y tocar unos fados en la puerta del local. Cuando cerramos por quiebra decidimos continuar tocando y abrirnos a otros estilos para finalmente mutar en lo que ahora somos...