Cuando aún no se han apagado los ecos de la exitosa primera edición del festival Emergenza en la maravillosa ciudad de Granada, y presentes aún en nuestra retina (y sobre todo en nuestros tímpanos) tremendas actuaciones de las bandas que resultaron ganadoras en la pasada edición y que sin duda están llamadas a hacer algo grande en el mundo de la música (véase Demiurgo, Wakala o Kubla Khan), las nuevas promesas de la música granadina comenzaron a hacer de las suyas en una de las mejores salas que tiene este país para la música en directo, la sala El Tren. Más que digno escenario este para que el pasado jueves 1 de Diciembre potentísimos y entregados Sound Fused abrieran el festival con su metal contundente. Le siguieron sobre las tablas bandas de variados estilos, aunque sin duda el protagonista de la noche fue el punk, con unos jovencitos aunque rabiosos Migas de pank o unos salvajes A tu puta cara (vaya tela con los punkis eligiendo nombrecitos…seguro que desaperibidos no pasan). El viernes fue el metal el protagonista de la noche. Abrieron fuego los repetidores Akroma, como siempre descarados, fue un placer comprobar como han mejorado en apenas unos meses. Si siguen creyendo así en lo que hacen, se convertirán en una buena banda de heavy. No code y Kashiva (también viejos conocidos) volvieron a hacer de las suyas con su metal rotundo y espetacular, y Time puso su granito de arena a una nohe dura de verdad, con un hardrock muy bien ejecutado. El sábado la cosa se tranquilizó un poco, y sirvió para dar muestras de que el festival Emergenza es un festival abierto a todo tipo de estilos musicales. Lo importante es transmitir con la música, sea haciendo metal, pop, rock, o tocando la flauta travesera o la zambomba (en estas fechas señaladas…) Monalisa nos hicieron movernos de lo lindo con su pop-rock bailable (¿salvarán la música en castellano?), Naranja nos sorprendieron con su pop de trabajadas melodías y estribillos coreables, y tweilicht nos ofrecieron una propuesta realmente original con unas guitarras algo más distorsionadas. Devil Kam pusieron el toque metalero a la noche, dando kaña de principio a fin. A pesar de su juventud, demostraron una técnica, rabia y puesta en escena que ya quisieran para sí bandas con mucho más rodaje y edad. Acojonantes. Y eso fue un poco de lo mucho que pudimos ver y oir los afortunados que disfrutamos de la música en directo el primer fin de semana de Diciembre. Combatiendo el frio a base de decibelios. En Enero más. ¡Espero veros por allí!