La final nacional del festival Emergenza que se celebró el pasado Domingo 26 de Junio en la mítica sala Aqualung de Madrid (la otra final nacional se celebrará este próximo 2 de Julio en la no menos impresionante sala Razzmatazz I), fue un sueño hecho realidad para gran parte de los que estuvimos allí. Para todos aquellos que somos músicos, o que al menos luchamos por intentar serlo, es una sentimiento habitual el de ir a ver a nuestros ídolos a salas importantes y , al tiempo que disfrutamos y nos dejamos llevar por la emoción de ver y escuchar en directo lo que tantas veces hemos escuchado a todo volumen en nuestro discman o en el equipo de casa, sentir un pequeño pinchazo de envidia e imaginarnos en ese mismo escenario dándolo todo con nuestra banda, ante cientos o incluso miles de personas. Por un momento nos vemos ahí encima y pensamos… ¨tiene que ser la ostia¨. Unos cuantos afortunados (y envidiados por mi) tuvieron la suerte de convertir ese sueño en realidad. El pasado domingo, con la sala a reventar, subieron a las tablas de la sala Aqualung, enchufaron sus guitarras, y mostraron el trabajo de meses e incluso años en el local de ensayo ante más de 1500 personas. Un auténtico lujo, y un placer, ver las sala Aqualung de Madrid llena para ver a bandas noveles. Una oportunidad única para las 14 bandas que, tras una larga temporada de esfuerzo y sacrificio, vieron su trabajo recompensado con creces en un concierto que, muy probablemente, no olviden jamás. Los encargados de abrir el festival fueron los segundos clasificados de la final B del pasado sábado 18 de junio, klaustrofovia. Con unas tablas impresionantes, dieron una muestra de lo que es el buen heavy metal en castellano. Canciones pegadizas con estribillos coreables, me atrevería a decir que el escenario se les quedó pequeño. Es un placer ver a bandas que no están acostumbradas a escenarios semejantes, crecerse en este tipo de situaciones. Octavos de la noche. A continuación The happy hunters cambiaron el tercio, con su rock independiente de toques indie (como odio las etiquetas). Pop-rock melódico, intimista en ocasiones y a ratos enérgico, con un cantante entregado se ganaron los aplausos de un público que ya a esas tempranas horas, comenzaba a llenar el recinto. Los terceros fueron Plutonic, una banda joven y descarada de punk rock, que con integrantes que apenas alcanzan la mayoría de edad, salieron a Aqualung a comérselo todo. Yo quizás me hubiera cagado en los pantalones, pero estos chicos se entregaron con pasión. Es importante creer en lo que se hace. Si siguen trabajando como hasta ahora, habrá que seguirles la pista. De entre las 14 bandas que compitieron en la final del festival Emergenza, hubo cabida para todos los estilos, Euphorbia, con su rock en castellano de pinceladas heavies, acapararon la parcela del rock cantado en nuestro idioma y lo hicieron de manera más que digna. Un cantante crecido y en general una banda que disfrutó de lo lindo con su concierto. Proyecto cunni. Banda de pop-rock intimista que complementa su directo con imágenes proyectadas sobre el fondo del escenario, calmó un poquito los ánimos de respetable y, a pesar de pequeños problemas técnicos, consiguió captar su atención con unas canciones trabajadas en las que destacaba la potente voz de su vocalista. Baltrot fueron los siguientes en salir a escena, y prepararon un show que la peña supo agradecer. Conscientes de la oportunidad única que se les presentaba y muy conscientes también de que la gente en un concierto quiere ver espectáculo además de buena música, prepararon una performance a la altura de las circunstancias. Sonaron muy potentes y compactos desde el principio, y se dejaron la piel sobre el escenario. Fueron elegidos con toda justicia por el jurado como mejor show de la noche y quedaron en un muy digno sexto lugar. Era el turno para la banda de Bilbao, Zhero. con un autobús de fans entregados que les acompañaba desde su tierra, so