Para los suecos Nervous Nellie, participar en el tour Vans Warped a finales de julio y principios de agosto fue la oportunidad de añadir un toque especial a la gira del año más punk y poder sumergirse ellos mismos en en la cultura americana. Aterrizamos en Miame tras un vuelo tranquilo. Tras pasar por la aduana, nos dirigimo hacia ese horno que se hace llamar Florida –29 grados y un 94 % de humedad – sobre las diez de la noche. Pasamos la primera noche en un lujoso hotel de una nueva zona de la ciudad. Tras un sueñecito, y todavía bajo los efectos del jet lag, es hora de encontrarnos con el convoy del tour Vans Warped en Atlanta. Un día entero de viaje y 1100 km por delante. Tras 400 km por las carreteras de Florida, decidimos hacer una parada en la tentadora playa de “Cocoa Beach”... una de las más bonitas playas de la costa americana. Finalmente llegamos a Atlanta a la una de la madrugada, tras varias paradas a lo largo del camino. El día siguiente lo dedicamos a buscar el Hi Fi Buys Amphitheater, nuestra primera parada con el tour. Dos horas antes de empezar, vamos a recoger nuestros pases y los planes. El escenario The Ernie Ball nos da la bienvenida: tocamos entre los Bowling for Soup y los irlandeses Car Bomb – las grandes estrellas del día. Mientras el calor se intesifica, nuestros suecos saltan al escenario. Tras unos rápidos ajustes técnicos, todo está listo. El público les da un recibimiento bastante bueno, pero no se puede decir que miles de fans del punk acudan hacia el sonido de un grupo de rock alternativo. A pocos metros de allí, los Bad Religion están en el escenario, haciendo una competencia desleal. El resultado: el equipo de Ernie Ball y el público –aunque no muy numeroso- disfruta con la actuación. Hendrick, el cantante, más acostumbrado a clubs pequeños se tiene que acostumbrar a flirtear con una multitud. Tras el concierto, pasamos en Atlanta unas horas antes de volar hacia Orlando. Bienvenidos al mundo de Mickey Mouse y sus amigos: Orlando. La ciudad parece un gigante parque de atracciones. El plan del día incluye tocar con los (The) International Noise Conspiracy – compatriotas de Nervous Nellie. El grupo más político de la gira se pregunta cómo funcionará delante de una multitud inhibida. Los pocos militantes se desahogan ante un gran número de ultra-conservadores. Al final de su actuación se aprovechan de nuestros pases y se van a encontrarse con otros suecos, aunque prometen venir a vernos tocar. Finalmente es nuestro turno. Nuestra posición es la misma que la de ayer, pero todo parece funcionar mejor: el sonido y todos lo referente a la cantidad de público. Todavía no consiguen sacar lo mejor de sí mismos, Nervous Nelly se maneja bien en el gran escenario y consigue establecer un gran contacto con el público – quien aprende a quererlos. La siguiente parada está bastante cercana, lo que nos permite disfrutar de la tarde. Camino de St. Peterburgo nos encontramos con chaparrones y ocasionales rayos de sol. La ciudad costera tiene pocos restaurantes asequibles, por lo que optamos por una pizza gigante. El sitio no es el mejor ni el más original, pero la cerveza no es cara y el juke box está en el medio del local. Tras cuatro horas de tocar “Name that Tune” y de estar cómodamente aposentados, el alcohol empieza a subirse a la cabeza – es tiempo de volver a casa. El tour Vans Warped para en el paseo de St. Petersburgo. Es un lugar increíble, está a tres metros del mar, y los leones marinos se pueden oír justo detrás nuestro. El clima es genial, (la brisa marina hace que haya incluso un poquito de fresco). Esta vez Nervous Nellie no toca en ninguna competición y el público parece numeroso. Justo antes de la actuación… ¡Sorpresa!. El líder de (The) International Noise Conspiracy aparece y se une su bajo. El concierto es perfecto – la audiencia crece en número y los espectadores lo aprecia. Al final, lluvia de cumplidos y felicitaciones. ¡Hemos ganado muchos puntos! El día sigui